6º Congreso Vegetariano Europeo
Bussolengo, Italia, 21 – 26 de Septiembre, 1997
Una Elección no Violenta
por los Derechos de Todos los Seres Vivos

Adolfo Sansolini
L.A.V. (Sociedad Anti-Vivisección) Director General, y miembro de Radio Vaticano.

De mis muchos años de experiencia como vegetariano trabajando por los derechos de los animales, creo que ya ha sido establecido que la opción vegetariana es un voto por la sensibilidad, el respeto y la no violencia hacia nuestros compañeros humanos y hacia los animales. El problema, sin embargo, es hacer que otros vean que esta decisión es necesaria -muy seguido no respetan a otros humanos, menos a los animales. Mucha gente comprometida que dedica su vida a los niños, los desahuciados, los ancianos, y otros, no piensan si el comer carne es compatible con el trabajo que hacen o no. Una cantante estadounidense famosa por sus campañas contra el militarismo me sorprendió cuando la entrevisté ya que contestó mi pregunta sobre si era vegetariana diciendo que “estaba demasiado ocupada con los humanos”.

Desgraciadamente es verdad que ni los más sensibles ven fácil el entender que la lucha no violenta empieza en la mesa del comedor. El enseñarle esto a la gente es el primer paso hacia la victoria de la conciencia. El vegetarianismo debe ser una elección, no una imposición, porque el camino hacia la libertad debe ser elegido libremente y en el trayecto las barreras y supersticiones son desechadas, cosas que ayer parecían fuera de lugar. Y no podemos al mismo tiempo justificar la opresión, la esclavitud y la explotación de nadie en absoluto. El problema está en hacer que la gente vea -y deben de ser vistos no como enemigos sino como gente que han caminado sobre un sendero diferente y que no han podido adquirir ciertas ideas, normalmente por falta de información – cómo hacer que entiendan que una rebanada de carne no es comida sana, una fuente de empleo o algo que ayude a nuestros hijos a crecer mejor, sino un producto de la explotación que pagamos con enfermedad y hambruna, y de la explotación de humanos y animales por igual. Por ende, deberíamos enfocarnos a informar y entrenar otra gente, y hablar de tal manera que les llegue como revolucionaria. El vegetarianismo es de hecho revolucionario comparado con viejas tradiciones y creencias. Debemos demostrar que nuestras vidas y sociedades pueden cambiar y que ésto trae beneficios para todos. Este Congreso en sí demuestra que algo esta moviéndose: debemos vivir nuestro testimonio diariamente de manera tal que nuestro modo de vida afecte al mundo exterior, una elección política pidiendo un cambio. Se ha hablado aquí sobre el boicot a Nestlé, pero hay otros boicots ahora contra compañías que venden juguetes u otros articulos para niños en clara violación de las condiciones de trabajo en el Tercer Mundo, compañías que explotan a los niños trabajadores. Cada edición de nuestra revista provee a los lectores con información sobre compañías que ofrecen abrigos de piel o paquetes vacacionales que incluyen corridas de toros o partidas de tiro. Hay también campañas contra la explotación de animales en los circos en las que les pedimos a los niños que dibujen a los animales en ambientes en los que éstos serían realmente felices, por ejemplo. Todas estas son semillas nacidas de nuestro compromiso, pueden gernminar sólo si las plantamos en las mentes de otro, si hacemos que otros les presten atención. Debemos acercarnos a otros con espíritu de libertad garantizándoles la libertad de elegir lo cual es nuestro mejor testimonio sobre las razones por las que nos volvimos vegetarianos.

Algunos se vuelven vegetarianos por razones de salud, algunos por preocupación por el Tercer Mundo, y otros, como yo, para evitar matar animales. Es una propuesta simple pero revolucionaria. Y creo que todas estas semillas están creciendo, aunque la batalla no ha sido ganada aún y no hemos vencido a la lógica de la explotación, y nuestro trabajo diario tiene un impacto significativo, promoviendo así una elección revolucionaria sobre cómo vivimos nuestra vida, una elección que no es tanto sobre renunciar sino sobre adquirir una mayor paz mental, mejor salud y una actitud más respetuosa y amorosa hacia los animales. Nuestros estados y representantes deben hacerse cargo. Debemos impulsar un sentido de respeto y sensibilidad para con los animales. El acto del próximo 4 de octubre en Roma pedirá que la Constitución italiana sea modificada para que incluya los derechos de los animales. Esta es una propuesta revolucionaria para revertir la tendencia de ver a los animales como simples cosas, una manera de quitar la sangre de nuestras dietas y remplazarla con salsa de tomate, ayudando así a construir una sociedad no violenta.

Preguntas:

P: ¿Cuál es la relación entre LAV y AVI y el vegetarianismo en general?

R: La lucha por los derechos de los animales es una lucha por la vida. Todos los directores de LAV son vegetarianos, aunque no es necesario para convertirse en miembro. Los derechos de los animales necesariamente incluyen el derecho a la vida. Buscamos la abolición de la cría intensiva de animales y el fin del transporte al matadero. Decimos que no queremos carne de granja libre – de hecho creemos que no hay tal cosa- y mantenemos no que haya buenas razones para volverse vegetarianos ahora, sino que más bien siempre las ha habido.

P: ¿Cómo puede LAV transmitir un programa usando las instalaciones de Radio Vaticano, en vista del apoyo del Papa a la vivisección?

A: La transmisión a la que te refieres es mi responsabilidad personal y trata grandes problemas, derechos de los animales y derechos civiles. El Papa no está a favor de la vivisección. Las enseñanzas de la Iglesia están vistas sobre el Catecismo, y este está continuamente cambiando gracias a desacuerdos dentro de la misma Iglesia. El Catecismo tiene una responsabilidad muy pesada cuando hace uso de estudios científicos debatibles para apoyar la exterminación de miles de animales. La Iglesia quiere evolucionar hacia una luz nueva, pero continúa discriminando a los animales, los homosexuales, y a aquellos cuyos matrimonios han fracasado; y la Iglesia aún no ha hablado contra la pena de muerte como debería, a pesar del hecho de que Jesús fue crucificado.

Traducido por Thais Thompson